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Chano Toledo, una lucha constante por hacer de Playa del Carmen una ciudad ecológica y sustentable

Para el Regidor solidarisense, asegura que su lucha en pro del medio ambiente y la igualdad social, será permanente hasta el último día de su vida, Marciano “Chano” Toledo Sánchez rememora pasajes de su vida; en ella narra triunfos y derrotas, alegrías y triztezas desde que inició la lucha independentista para lograr la creación del octavo municipio de Quintana Roo: Solidaridad 

PLAYA DEL CARMEN, SOLIDARIDAD | PRIMERA PARTE | El ingeniero Marciano “Chano” Toledo, primera autoridad de lo que sería el municipio Solidaridad, y que este 2023 cumple tres décadas de fundado, es un crítico de la realidad playense y solidarense, recrimina a las autoridades el abandono de éstas que propician miseria e inseguridad en medio de la opulencia en este destino turístico de calidad mundial, esta, es una crónica de viva voz, de un luchador e independentista de Solidaridad.

Paraíso con vista al mar

Playa Del Carmen fue fundada por varias familias los Quiam, los Dzib, los Aguilar y los Puc, y otras familias que se dedicabana la pesca ya la agricultura, era un pueblito de pescadores al que venian los turistas que bajaban de los barcos y que, de boca en boca, nos recomendaban.

En ese tiempo sólo había una avenida principal la Juárez, que venía de la carretera hasta la 5ta avenida, hacia el Centro y de ahí hasta la Calle 4 Norte.Había pocos hoteles, tres grandes en Playacar y en Shangrilá, y como seis más pequeños que

eran de los profesores Lucio Kantú Chi, Domingo Paredes, Pablo Cardozo. Sólo había una caseta de teléfono y me acuerdo que sólo existían dos cines, más bien rústicos: uno de Diego Güemes, sin techo, y otro frente al parque.

La única oficina de gobierno era la Delegación y se encontraba en la av. Juárez con calle 15 donde hay ahora una oficina de atención al turismo. En ese entonces, Playa sólo contaba con dos policías, una patrulla y un cartero. Si queríamos hacer algún trámite, éste sólo se podÍa hacer en Cozumel. ¡Eran tan lentos!

Muchas veces pasaban días y días sin que lograras resolver. Los trámites más importantes se hacían en Chetumal, así que para llegar a cualquier dependencia de gobierno, tenias que manejar cinco horas, en una carretera sólo tenía dos carriles estrechos y muy peligrosos.

Playa del Carmen era entonces un mágico pueblo de pescadores, maravilloso, con un gran potencial. Un paraíso con vista al mar que necesitaba, con urgencia, otro estatus político y social. Recuerdo que habia varios grupos claramente divididos. El grupo de los nativos, las familias antiguas, los llamados fundadores.

Habia también otro grupo integrado por los ejidatarios, que pertenecían al Sindicato de Taxistas, agricultores que tenían sus ranchitos, o los que tenían una pequeña propiedad. A ese grupo nos sumamos los maestros y los comerciantes, personas que influimos bastante en las decisiones del lugar.

 También estaba el grupo de gente que se dedicaban a la pesca y a vender artesanías, “Los Jabines”, les decían. Eran grupos diversos que teníamos entre nosotros, nuestras diferencias, pero también había armonia, en especial cuando nos organizábamos para celebraciones como la fiesta de la Virgen del Carmen, que haciamos en el Parque Fundadores con todo y el baile de la Cabeza de Cochino. Esa fiesta la organizaba dona Evelia Dzib.

Huracán Gilberto, la prueba máxima

El huracán Gilberto nos puso a prueba y marcó nuestro destino. Se formó como una depresión tropical, la número doce de ese inolvidable 1988. Su aparición se registra el 08 de septiembre y, al desplazarse por el Caribe se convierte en un huracán categoria tres. El 13 de septiembrede 1988, el huracán Gilberto pegó en Quintana Roo, con todo. Había alcanzado ya la categoría cinco. Destruyó todo a su paso. Arrasó con Cozumel, con Playa del Carmen, Tulum y Cancún.

En ese entonces ya tenía el restaurancito, la tienda y los cuartitos del hotel donde refugiamos a la gente. Dábamos de comer, llevábamos agua al ejido cuando éste apenas se estaba habitando, llevamos pipas y lo que se podia. Todos dimos algo, compartimos y trabajamos codo a codo para limpiar calles, recuperar infraestructura, reparar las viviendas.

Éramos entonces más de 12 mil habitantes, entre Playa del Carmen, Puerto Aventuras, Akumal y Tulum, con sus comunidades mayas. Habitantes que demandaban ayuda y que se quedaban esperando porque nomás no llegaba. De la sede del poder municipal, que estaba en Cozumel, nos separaba un mar.

¿.Qué pasó entonces? La solidaridad se hizo presente, lo poco que logramos rescatar de alimento se repartió entre todos, el agua potable, la leche para los niños, los pañales, todo lo que servía se distribuyó entre todos hasta donde se pudo. Aquí no importó si conocías o no a las personas; no se puede ser indiferente ante cualquiermmanifestación de dolor y desesperanza. En ése momento era prioridad salvar la emergencia con lo que estaba a nuestro alcance. No había tiempo para otra cosa.

Playa del Carmen resurgió desde la solidaridad, esa ayuda mutua para salir adelante se convirtió en nuestro cimiento, en nuestra raíz. Ahí nos dimos cuenta de que podiamos organizarnos, de que era importante tener una solidez de pensamiento que nos uniera tanto a los ejidatarios como a los empresarios.

El pasó de Gilberto por estas tierras fortaleció nuestro espiritu de lucha y organización, despertó nuestro sentido de pertenencia y nos hizo olvidarnos de las diferencias. Fuimos un solo brazo y así, unidos, salimos adelante.

En un mes, ya estábamos de pie. El huracán Gilberto, llamado “El Huracán del Siglo”, nos enseñó a caminar juntos, nos impulsó a organizarnos y a imaginarnos, ya no como una Delegación sino como un Municipio.

Movimiento Empresarial

El movimiento en el que yo me involucré fue más empresarial que político. Quienes estábamosabriendo negocios, vislumbrábamos un auge económico muy importante y queriamos estar ala altura de lo que vendría.Formamos organizaciones como la Asociación de Hoteles y Prestadores de ServiciosTurísticos, creamos la delegación de la Cámara Nacional de Comercio CANACO y también lade la Cámara Nacional de Restauranteros CANIRAC.

Ese sólo hecho trajo muchos conflictos porque, siempre quienes llegamos de fuera, seamosnacionales o extranjeros, somos vistos con reticencia por quienes son originarios. Es normal.A mi, como a muchos, nos costó ser aceptados por quienes nacieron aquíy por quienes veniande Chetumal y formaban parte de los movimientos nativistas que siempre ha tenido QuintanaRoo.

Por fortuna, la gente nos siguió. Lo hizo porque nosotros los convencimos de lo que queríamoshacer, y porque respondimos y fuimos congruentes con lo que prometimos.La clase política de aquel tiempo tanto en el Gobierno del Estado como en el Gobierno deCozumel, hay que decirlo, no nos veía de buena manera. Teníamos siempre en nuestrasgestiones una fuerte oposición. ¿Por qué? Porque la clase politica busca títeres para manipulara su albedrio, y al menos a mí, no me qusta que me impongan ni que me exijan cosas que noson correctas, y mucho menos que me apliquen estrategias de sometimiento. Si, lo reconozco,mi forma de pensar y de actuar a muchos no les parecía tan adecuada.

Eran los tiempos de Miguel Borge Martín, él estaba en la qubernatura, mientras que el presidente municipal de Cozumel era Luis González Flores, luego legó Germán García Padilla.

EI Cine de Diego Güemes

Era natural que nos reuniéramos y nos organizáramos con la idea de hacernos municipio, erauna idea que compartíamos y así fue como comenzamos a juntarnos. Éramos varios, amigostodos, el Dr. Arturo López Magaña que tiene su casa y consultorio por el centro; Miguel SantinVelazquez, cozumeleño que ahora vive en Chetumal; don Jacinto Aguilar y Luis Aguilar asícomo otras personas que, cuando los invitábamos, asistían. Participaba gente del Sindicato,los tricicleros, habitantes de Puerto Aventuras y también de Tulum.

Así nació el Comité Pro Municipio, en 1989, un año después del paso del huracán Gilberto.Recuerdo que nos citábamos abiertamente en el Cine de Diego Güemes. La primera vez queentré a ese cine miré al techo y me dije, qué hermosura, jcuántas estrellas! No, no tenia techoy, además, cada quien levaba su banquita.

Cuando ya nos vieron más organizados, las cosas se pusieron calientes y dificiles. Por eso,para poder seguir con nuestras gestiones, preferimos reunirnos en casas particulares y deforma cerrada. Después, cuando ya vimos que las cosas crecian y nos sentimos en peligro,nos decidimos por hacer reuniones clandestinas, algunas en el restaurante “EI Tigre”, deJacinto Aguilar y otras en pleno monte, allá en Tulum, en Chanchen Primero, en PuertoAventuras, que en ese entonces también pertenecían a Cozumel.

Pasa que, en aquel tiempo, vino un mnovimiento del PRI que encabezaron Mateo Coral yGustavo Ortega, personas de Cozumel que querían fortalecer nuestra causa y que, al entendernuestro propósito, nos apoyaron con todo. A ellos les explicábamos que no queríamos un bienpersonal, que queríamos que Playa tuviera un estatus politico y social diferente. Que hubiera atención directa, oficinas de gobierno y todo lo que implica la formalización de un Ayuntamiento.

Pero, lo que es más que la verdad, las autoridades no nos estaban tomando en serio. Ante tanta negativa, nos hicimos más fuertes y otros más se fueron sumando. Si, éramos poquitos los empresarios, hoteleros y restauranteros en Playa. Pocos, pero estábamos organizados.

Como quien dice: “Pocos pelos, pero bien peinados”. Juan Moguel Mendoza, un hombre muy inteligente, buen amigo, vino de Cozumel y puso mucha motivación.

Recuerdo que nos juntábamos en un grupo de Alcohólicos Anónimos que formaron, y al que yo iba también porque, siempre he tenido el ánimo de ser mejor. El caso es

que con el tiempo, solicitamos un terreno e hicimos el edificio para la CANACO, hasta de nuestro dinero pusimos para que se hiciera la construcción.

Juan Moguel fue el segundo presidente de la Cámara de Comercio, que fue la primera que formamos. Después el tercer presidente fue Juan Martinez Sabido. Quien también nos ayudó fue Juan Carrillo Padilla, él nos abrió las puetas con la Cámara de Restauranteros y así formamos la CANIRAC que presidió por segunda vez Miguel Arcupe Pech. Jesús Delgado Moya, propietario de Costa del Mar, nos ayudó a formar la Asociación de Hoteles y Prestadores de Servicios Turisticos, de la que yo fui el primer presidente.

Hubo un encontronazo muy fuerte con el presidente municipal Luis Gonzalez Flores, porque la verdad, sí empezamos a tener cierto control social y eso no le gustó a quienes ostentaban el poder.

Para apuntalar nuestras gestiones consolidamos las Cámaras con el fin de estar a la altura de lo que vislumbramos, una gran ciudad y uno de los municipios más importantes del país. Las Cámaras empresariales nos ayudaron a ganar fuerza ya contrarrestar los ataques, porque para entonces, ya nos amenazaban con cerrar nuestros negocios y nos trataban de perjudicar.

Había una persecución evidente. Juan Manuel Mercader Rodríguez, secretario de gobierno en la administración de Miguel Borge, vino a Playa con un objetivo: dividirnos. Trajeron gente de Chetumal, exprofeso, a desbaratar nuestro movimiento, queriendo mermar nuestros ánimos.

Ese era nuestro principal temor que con su presencia crearan conflictos internos y nos dividieran. Cosa que sí sucedió.



CONTINUARÁ ….

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